Buscando la felicidad
Si tienes algo seguro en tus manos es
natural que no lo busques.
Incluso un ciego no buscaría un objeto si
lo tiene consigo.
Te permito pensar que lo que he escrito
es muy obvio, pero por favor no pares de leer y al final de este artículo no te
habrás arrepentido.
Un sin número de personas van por la vida
buscando la felicidad. Si se busca es porqué un día se perdió.
ü
Muchos
buscan la felicidad pagando grandes cuentas por una nueva casa y cuando la
habitan se dan cuenta que ahí no estaba la felicidad.
ü
Otros
inician una relación ilícita pero al pasar los meses descubren que siguen
llevando una vida infeliz.
ü
Algunos
chicos prueban el mundo de las drogas para enfrentarse a sus problemas pero tan
pronto como la reacción de la sustancia termina, el problema vuelve a aparecer.
Si algún día te has preguntado ¿Dónde se
fue la felicidad de mi vida?
Déjame decirte, que no eres el primer
mortal que se ha preguntado eso.
Te cuento un secreto. LA FELICIDAD no se
fue a ninguna parte.
Está ahí, justo a tu lado. El gran
detalle es que nos han contado una mala versión de la perspectiva sobre
que nos puede hacer felices y nosotros la creímos.
Nos dijeron que para ser felices necesitamos
tener mucho dinero.
Nos volvieron a decir que si deseábamos ser
felices teníamos que vestir ropa cara, calzar zapatos importados, conducir un
auto deportivo, etc.
Pero las personas que logran tener todo
esto, pronto descubren que ahí no está la verdadera felicidad.
La felicidad no es tener todo lo que
deseas. La felicidad es disfrutar lo poco que tienes. La felicidad se encuentra
en cada detalle de la vida.
No corras en busca de la felicidad. Haz
un alto, disfruta hacer las cosas del diario vivir. Y entonces la felicidad
llegara y se posara en tu vida.
Un factor importante por el cual no
encuentras tu felicidad es porque siempre la has buscado tu solo. Dale
oportunidad a Jesús que te acompañe y descubrirás que la felicidad se encuentra
muy fácil con Él. Las fatigas y desesperaciones no nos permiten ser felices.
Pero cuando aprendes a descansar de tus problemas en los brazos del Señor, la
vida se vuelve más liviana, llena de paz, tranquilidad y felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario