UN CAJON NOS ESPERA
Se vuelve
sencillo avergonzar a alguien que esté bajo nuestra autoridad. Los líderes cada
vez se vuelven más prepotentes, tomando la mayoría de decisiones sin importar
la opinión de un súbdito. Los ricos con su dinero creen que pueden comprar lo
que deseen, incluso el amor y la fidelidad de las personas.
En
las instituciones bancarias una persona de escasos recursos es tratado con un
poco de amabilidad, el trato especial y la ventanilla express es exclusiva para
los millonarios.
El
sistema “tanto tienes, tanto vales” nos ha provocado perdida de la memoria. Es
muy fácil olvidar el punto de origen cuando al día de hoy tu vida está
resuelta.
Pero deberíamos
de hacer un alto y reflexionar que tanto ricos como pobres un día tendremos que
irnos de aquí. No importa si eres el mejor en lo que haces, el día que tengas
que irte, el mundo no se detendrá por ti. La vida va a continuar. Los negocios seguirán
abriendo sus puertas y todo seguirá de la misma manera.
Cuando
tratemos de creernos más que el resto de las personas que nos rodean, echemos
una mirada al cementerio y descubriremos que personas con mayor intelecto,
posesiones y riquezas que las nuestras ya se nos adelantaron y la vida siguió.
Esto es así “Al final de la partida el peón y el rey
terminan en el mismo cajón”. De esta tierra
nada nos llevaremos, pero tratemos de dejar una buena experiencia en las personas
que un día se cruzaron en nuestra vida en el camino hacia el cajón.
Comentarios
Publicar un comentario